LOS TRANSGENICOS
Los transgénicos es consecuencia del desarrollo de la Biotecnología y esta a su vez al avance y la estrecha relación con la Ingeniería Genética, estuvo limitada a los laboratorios de investigación y a las industrias de fermentación, que funcionan con circuitos cerrados, en los que el comportamiento de los organismos manipulados es relativamente fácil de vigilar, y para las que se emitieron una serie de regulaciones que han funcionado razonablemente en los EE.UU y en la Unión Europea. Tras 20 años, no se ha producido ningún accidente ni se ha materializado ninguna amenaza a la seguridad de los trabajadores o del entorno.
A partir de los años 80, conforme los organismos genéticamente modificados (OGM) comenzaban a salir de los laboratorios, primero en pequeños ensayos de campo y, desde los años 90, con grandes liberaciones a escala comercial de plantas y semillas transgénicas, el debate sobre la seguridad de estos organismos se ha desplazado al ámbito de sus posibles repercusiones ambientales y además, en el caso de organismos destinados a alimentación, a posibles efectos negativos para la salud, como alergenicidad, toxicidad, etc. Dentro de las repercusiones ambientales, se ha acuñado el neologismo "bioseguridad" para referirse a las condiciones intrínsecas de los OGM y de su manejo que garanticen su inocuidad ambiental, y concretamente, que no interfieran negativamente con las especies silvestres o cultivadas orgánicamente.
Como muestra un botón.- Nuestros gobernantes prefieren seguir discutiendo intrascendencias (cojudeces) mientras que por ejemplo aprecien en la figura la gran variedad de nuestra papa peruana.
En el Perú ya se están consumiendo ciertos productos transgénicos de consumo humano según declaraciones del Presidente del Perú, pero estos no han tenido la acogida esperada por parte del consumidor que sabe reconocer un producto transgénico de un orgánico o natural, aquellas personas que no saben identificar estos productos los consumen normalmente. El gobierno actualmente esta por promulgar una Ley sobre importación de semillas transgénicas (o sea semillas alteradas genéticamente) sin tener bien en claro los efectos colaterales que esta pueda afectar al organismo humano y a las tierras de cultivo. Esta iniciativa a encontrado gran oposición por parte del Ministerio del Medio Ambiente y el gremio de Cocineros Representativos Peruanos debido a que la Gastronomía Peruana es una de la más reconocidas a nivel mundial.
CONCLUSIÓN
Sólo me resta decir que el problema más inmediato que tenemos en relación al tema de los transgénicos es que la ciudadanía esta desinformada, en lo que respeta a las investigaciones que se han realizado y que se están haciendo actualmente. Solamente se han limitado ha comunicarle al consumidor mediante mensajes en la envoltura del producto que es transgénico, en otras palabras, dejan en manos del consumidor la decisión de consumirlo o no , casi similar a lo que sucede con los consumidores de cigarrillos. Estos productos tiene la ventaja que su costo es muy barato y tentador para los peruanos de bajos recursos.
En lo personal no consumiría estos productos sobre todo por precaución debido a que no estoy informado referente a los posibles efectos en la salud de las personas que consumen estos productos, la otra razón sería que el Perú, es un país privilegiado con una rica biodiversidad de productos orgánicos o naturales de consumo humano muy grande que deberíamos cuidar, promocionar e impulsar su producción, es una vergüenza que viviendo en un territorio rico en recursos naturales y marinos nuestros gobernantes y los peruanos que están ligados a la agricultura, agropecuaria, pesca no sepan administrar estos recursos y lleguemos al extremo de importar productos de laboratorio que no estamos seguros de su peligrosidad.
Como siempre las grandes potencias siguen experimentando con sus inventos en países que no tienen iniciativa … haber que coman ellos (los países desarrollados) si están seguros que el consumo de productos transgénicos no tienen efectos colaterales a nosotros que nos dejen comer nuestra papa con todas su variedades, maíz, quinua, arroz, y nuestra gran variedad de menestras andinas y ni que hablar de la pesca y la ganadería peruana.
Preferimos comer productos que no estamos seguros de sus efectos sobre las personas y dejar de lado nuestros alimentos ancestrales tan ricos en nutrientes, agradables y saludables para el ser humano, únicos en el mundo.